Las dificultades en la expresión escrita se manifiestan normalmente en:
- Dificultades ortográficas, adición, omisión o sustitución de vocales y consonantes.
- Numerosos errores gramaticales y/o de puntuación en las oraciones. Falta de organización en los párrafos y poca capacidad de plasmar las ideas de forma clara. No se corresponde la riqueza de vocabulario y capacidad de expresión oral con lo que podemos observar escrito.
Estas dificultades suelen estar asociadas a problemas de grafomotricidad (dificultades en la motricidad fina lo que se refleja en una mala caligrafía) por lo que conviene reforzar mucho este ámbito.
Cuando nos encontramos con este tipo de dificultades, utilizamos el término disgrafía, término que ya no aparece en el DSM-V.
A veces es complicado diferenciar si existen dificultades concretas en la expresión escrita o son derivadas de otras dificultades (como dislexia o tdah), por lo que conviene ser minuciosos en la evaluación.
Los trastornos específicos del aprendizaje duran toda la vida, pero cambian en función de la edad y el apoyo recibido, por lo que su manifestación puede llegar a ser mínima.
Fuente: DSM-V
